En el proceso de aprendizaje de la lectura y escritura, el niño formula hipótesis, las pone a prueba y las acepta y rechaza según los resultados que va obteniendo. Para propiciar esto, necesitamos crear situaciones que permitan al niño acentuar los conflictos entre estas hipótesis creadas, y lo ayuden a tomar conciencia de éstos, sin temor a la confusión, al error, y al conflicto mismo.
De acuerdo a estos fundamentos, estableceremos ítems de trabajo como:
- Utilización del lenguaje:
Al descubrir la importancia del lenguaje como comunicación, mediante la experimentación y el juego, el niño comprenderá también la utilidad de la escritura.
Actividades:
- Jugamos a "Dígalo con mímica": un niño hace una actividad (por ej. lavar platos, tomar agua, bañarse, etc. tareas sencillas), y los demás deben poner en palabras qué está haciendo el compañero.
- Jugamos al mensajero: la maestra dice en secreto un mensaje a un niño, y éste lo tansmite a otro y, ese otro, a otro, etc. También se puede hacer llevando el mensaje oral de una sala a otra. Luego, plantearemos si no habría resultado mejor escribir ese mensaje, qué resultados habríamos obtenido, etc.
- Jugamos a la lista de compras: Separamos a los niños en 3 grupos. Con el primero, pensamos qué cosas podríamos comprar en el supermercado para esa semana, o para cocinar determinada comida, etc. y tratamos de recordarlas todas. Luego, vamos hacia el segundo grupo y se las transmitimos. El segundo grupo deberá memorizarlas y reproducirlas al tercer grupo. Luego, pensamos entre todos si hubiese convenido registrarlas de alguna forma (¿escribirlas?) para no olvidar ninguna.
De acuerdo a estos fundamentos, estableceremos ítems de trabajo como:
- Utilización del lenguaje:
Al descubrir la importancia del lenguaje como comunicación, mediante la experimentación y el juego, el niño comprenderá también la utilidad de la escritura.
Actividades:
- Jugamos a "Dígalo con mímica": un niño hace una actividad (por ej. lavar platos, tomar agua, bañarse, etc. tareas sencillas), y los demás deben poner en palabras qué está haciendo el compañero.
- Jugamos al mensajero: la maestra dice en secreto un mensaje a un niño, y éste lo tansmite a otro y, ese otro, a otro, etc. También se puede hacer llevando el mensaje oral de una sala a otra. Luego, plantearemos si no habría resultado mejor escribir ese mensaje, qué resultados habríamos obtenido, etc.
- Jugamos a la lista de compras: Separamos a los niños en 3 grupos. Con el primero, pensamos qué cosas podríamos comprar en el supermercado para esa semana, o para cocinar determinada comida, etc. y tratamos de recordarlas todas. Luego, vamos hacia el segundo grupo y se las transmitimos. El segundo grupo deberá memorizarlas y reproducirlas al tercer grupo. Luego, pensamos entre todos si hubiese convenido registrarlas de alguna forma (¿escribirlas?) para no olvidar ninguna.
- Contacto con la lengua escrita y su utilidad:
Es fundamental que el niño comprenda la importancia de la comunicación escrita, y el hecho de que la escritura y lectura hacen posible comunicarse a distancia y registrar los hechos que queremos recordar.
Actividades:
- Colocamos una plancha de corcho a modo de cartelera en un lugar visible de la sala, para pegar trabajos determinados. ¿Cómo hacemos para que todos sepan que allí se colgarán esos trabajos (o alguna lista determinada, o los nombres de los alumnos, etc.)? Pegamos entre todos un cartel que diga para qué es esa plancha (ej: "Trabajitos de computación").
- Festejamos el cumpleaños de la mascota de la sala y enviamos invitaciones a los nenes de las otras salas.
- Hacemos tarjetitas para el Día del vecino, Día de la primavera, etc. y hacemos una pequeña excursión dando la vuelta manzana y repartiendo las tarjetitas a los vecinos.
- Anotamos los cumpleaños de los nenes en el almanaque.
- Anotamos la dirección de un lugar a donde iremos de excursión.
- Escribimos una carta a los nenes de otro jardín, o a alguien que se fue de viaje, etc.
- Anotamos una canción que inventamos para no olvidarla.
- Inventamos un cuento y lo escribimos. Luego, lo exponemos en la cartelera del jardín para que todos lo conozcan.
- Comprender la lengua escrita como un código:
Respetando el momento evolutivo en el que se encuentren, realizaremos ejercicios que permitan al niño tomar conciencia de la relación significado- significante de la lengua escrita.
Actividades:
- Registro de asistencia: primero con una imagen, forma geométrica o foto, luego con el nombre, que cada niño irá pegando diariamente. Puede hacerse un franelógrafo.
- Colocamos un signo en cada perchero, luego el nombre, para que el niño los identifique como propios.
- Hablamos en jeringoso y ellos adivinan qué decimos (ej: seño: sepe ñopo)
- Jugamos con pictogramas
- Apertura analítica hacia el sistema de escritura
Respetando el momento de cada niño, brindaremos un ambiente en el cual abunde la lengua escrita para que él interactúe y realice su propio proceso, y propiciaremos el mismo con varias actividades.
Actividades:
- Lotería de imágenes con palabras: hacemos cartones o papeles con dibujos y damos dos o tres a cada nene (por ej.: casa, cama, nene, nena, mesa, pala, pato, silla, sol), y sus correspondientes palabras. Colocamos las palabras en una bolsita y las vamos sacando de a una. Preguntamos ¿qué dirá acá? ¿quién tiene el dibujo de lo que dice acá?
- Juego del viento que sopló la imagen: en una cartulina dividida en 3 columnas, escribimos 3 oraciones, una en cada una, de distintas longitudes. Por ej.: "Ana pinta", "Papá lee el diario" y "Pablo juega y corre la pelota". Luego, leemos las oraciones de a una y preguntamos ¿cuál de las tres es esta oración?
- El mismo juego anterior, pero en vez de leer, se muestran imágenes que ilustren cada oración, y se trata de encontrar la oración correspondiente.
- Ordenamos la oración: la maestra tiene por separado las palabras de una oración; luego la lee y entre todos van ordenando las palabras para formar la oración.
- Ensalada de palabras: la maestra saca una tarjeta con una palabra y los niños buscan las palabras que empiecen con la misma letra.
- Escribimos nuestro nombre como podemos, en un afiche, o en hojas separadas que después pegamos juntas, o con tiza sobre el piso, con dactilopintura, etc.
- Buscamos en una ensalada de letras las letras de nuestro nombre. También, la maestra puede escribir, desordenadamente, las iniciales de los niños de la sala sobre una hoja, y hacer fotocopias. Luego, cada niño deberá encontrar su inicial y encerrarla en un círculo.
- Tarjetas con dibujos y letras: diferenciar qué se puede leer y qué no.
- Jugar a "El ratón se robó una letra": la maestra presenta carteles con los nombres de los niños, y en cada uno falta una letra. Los niños deberán identificarla y escribirla.
- Tomar contacto directo con todo material escrito: jugamos en la biblioteca, ordenamos los libros, miramos nuestro cuaderno de comunicaciones.
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